Y suena...



acúname fría muerte...lo estás deseando

domingo, 21 de marzo de 2010

Anécdota


Sonrío al recordar, que un buen día en Gijón, mientras utilizaba el transporte público y leía "La Filosofía en el tocador" del Marqués de Sade, una mujer de unos 50 años aproximadamente, se acercó a mi y me arrancó un auricular.
Mi asombro no pudo ser mas grande, a pesar de mis reacciones normalmente agresivas contra ese tipo de ataques, quise preguntarle cordialmente que qué sucedía, pero ni tiempo me dejó cuando su saliva entró en contacto con mi cara, creo que hasta mi pelo se movió ligeramente por el grito que me dio llamándome puta pervertida, y prometiéndome el infierno.........
Así fue, "te prometo el infierno, chica", la verdad es que me quedé un poco patidifusa...todo el autobús se quedó mirando hacia atrás del todo, dónde yo estaba sentada y esa concubina de Dios había gemido cual cerdo en plena matanza. Por suerte yo iba algo "embrujada" por los relajantes y aromáticos humos canábicos que habían penetrado en mi cuerpo una media horita antes...y la inquisidora se bajó corriendo nada más rociarme con su "agua bendita".
Realmente no sé el motivo exacto de la reacción de aquella señora, si fue por que se fijó en mi lectura, quizás le molestó mi música porque a pesar de llevarla sólo para mi estaba demasiado alta...o por mi vestimenta oscura y mi maquillaje...pero vamos, que solo le faltó tener una cruz en la mano y metérmela por el culo.
Todo se quedó en un intercambio de gestos de "madre mía!" con unas pasajeras cercanas a mi asiento y alguna que otra sonrisa, la verdad, eran bastante más agradables. Cuando bajé del autobús y me dirigía a mi destino pensé ...

Me ha prometido el infierno? menuda gilipollas...dónde cree que vivo?


jajajajaja, la verdad, no puedo evitar reírme al acordarme.
Saludos